Alrededor del 52% de los votantes de Malta, el único país miembro de la Unión Europea en que estaba prohibido el divorcio, se han pronunciado a favor de permitir la disolución legal del matrimonio en un referéndum celebrado el sábado pasado.
“Pese a que el resultado no es el que deseaba, ahora nuestro deber es respetar el deseo de la mayoría”, dijo el primer ministro, Lawrence Gonzi, en un discurso televisado. Gonzi, que hizo campaña contra la introducción del divorcio, dijo que ahora corresponde al parlamento elaborar una ley que permita poner fin al matrimonio.
La Iglesia Católica, que es muy influyente en Malta, donde el 95% se confiesa católico, también había hecho una fuerte campaña a favor del “No”.
El líder del movimiento a favor del “Sí”, Jeffrey Pullicino Orlando, del oficialista Partido Nacionalista, dijo que el resultado era significativo: “Trae a Malta una nueva era en la que la Iglesia y el Estado estarán separados“, dijo Orlando en declaraciones a la Agencia Efe.
Según el líder de la oposición laborista, Joseph Muscat -quien está personalmente a favor del divorcio- cada semana Malta aprueba un divorcio en el extranjero. Además, diariamente se registran dos separaciones legales ante los tribunales de ese país.
Una vez sea aprobada la nueva Ley, Filipinas será el único país del mundo en el que el divorcio no será legal, aparte del Vaticano.