Nuestros amigos chinos no dejarán de sorprendernos. Y es que leemos en La Razón que los funcionarios de la oficina de correos de Pekín, China, ofrecen la posibilidad de dejar en un buzón una carta con declaraciones de amor. ¿Por qué? “La idea es que dichas cartas, escritas en el momento más bonito de la relación, sean entregadas a la pareja siete años después de la boda. Como si de una prolongación de los votos matrimoniales se tratase, la declaración amorosa pretende evitar tantos divorcios como pueda”, explica el artículo.
El objetivo es que, pasados siete años, la pareja que esté caminando al borde del divorcio pueda recuperar esa declaración de amor y, con un poco de suerte, relanzar su amor apagado. “El caso es que, a pesar de la buena voluntad, esta medida disuasoria del divorcio no garantiza ningún resultado seguro”, continúa el artículo. Y no podíamos estar más de acuerdo.